lunes, 30 de junio de 2008

Golosa

Como a casi toda mujer, me gusta el chocolate.
Así que, este fin de semana, tenía dos alternativas:
O comprarme algo tan dulce como esto...



O utilizar el gran invento de nuestra marca nacional, "boca-abajo-no-gotea"...
para comerme algo muchísssimo más natural.

El caso es que lo que tenía más a mano era la segunda opción.
Vendé los ojos de C y dejé que el chocolate fuera cayendo por su polla.
Y comencé a comerme aquel delicioso postre con sabor extra dulce.
Cuanto más comía, más sabor a chocolate se impregnaba en su piel... y yo más quería succionar, y meterla más adentro, para no perder ni una gotita...
Llegó un momento en que me encontré a mí misma desaforada, untando y comiendo. Por un momento pensé que C se levantaría de la cama para decirme "Basta ya, golosa, que me la deshaces!", pero no, él no se levantó, y yo seguía allí, comiendo todo lo que estaba a mi alcance.
Acerqué el chocolate a sus huevos, y los unté.
Me los fuí metiendo en la boca, y absorviendo con suavidad.
Luego en la base de su polla, mientras lo iba extendiendo...

Después él fue a comprar, y me trajo 4 botes más de chocolate... por si se me terminaba...

jueves, 19 de junio de 2008

No sólo vamos a ser nosotras


La depilación masculina es algo exquisito.

Me la trae así de gustosita, para que yo pueda deleitarme.

Y eso hago...

Una nueva sexualidad

Harta de lo mismo. Cansada de ese siempre igual.


Hace tiempo C y yo pasamos página, y ahora ya no encuentro satisfacción en el sexo "normal".

Comprarme mi primer juguetito comenzó a dar paso a mil y una fantasías, que no recuerdo donde dormían, pero que estaban ahí.

Ahora, espero con ansias que llegue, y mientras nos dirigimos a casa, me agarra el pelo y me dice al oído: "Has sido mala. Y ya sabes que tendré que castigarte".

Ese ritual, tan habitual del spanking, tan utilizado en la "Disciplina Doméstica", a mí me enloquece. En realidad, son pocas las veces que me castiga literalmente, pero yo ya llego a la habitación impregnada en mil y un fluídos, cerrando las piernas con exhaustiva pretensión.



Y ahora, voy yo y lo cuento, y lo escribo, porque esto quema por dentro, hasta recibir mi próximo azote...

Mi último regalito


miércoles, 18 de junio de 2008

Mi rincón

Para verme mejor...